La técnica de respiración adecuada al correr puede ayudar a mejorar el rendimiento y evitar lesiones. Una forma común de respirar al correr es hacerlo de forma rítmica y en sincronía con los pasos.

Se recomienda inspirar por la nariz y espirar por la boca. Inspirando por la nariz, se filtra el aire y se calienta antes de llegar a los pulmones, lo cual es especialmente útil en días fríos. Al espirar por la boca, se ayuda a eliminar el dióxido de carbono y a aumentar el flujo de aire.

Otra técnica es conocida como la respiración diafragmática. Esto implica respirar profundamente y utilizar el diafragma en lugar de los músculos de la espalda para expandir el pecho. Esto ayuda a aumentar la capacidad pulmonar y a mejorar la oxigenación de los músculos durante el ejercicio.

Un buen ritmo para inspirar y espirar es el 2:2, que consiste en inspirar por dos pasos y espirar por dos pasos. A medida que aumenta la intensidad del ejercicio, puede ser necesario aumentar el ritmo de la respiración a 3:2 o 4:2.

En general es importante que escuche su cuerpo y se ajuste a sus necesidades personales, esto puede variar con el individuo. Puede llevar un tiempo practicar y encontrar la técnica de respiración adecuada, pero con la práctica, puede mejorar significativamente su rendimiento y evitar lesiones.