Un argumento se forma mediante la presentación de una tesis o posición, seguida de la presentación de evidencias o razonamientos que apoyan esa tesis. La tesis es la declaración principal que se va a defender, mientras que las evidencias son los hechos, ejemplos, estadísticas, expertos, etc. que se utilizan para respaldar la tesis.

Además, se debe tener cuidado de diferenciar entre un argumento y una simple afirmación, ya que un argumento implica una tesis y un razonamiento para respaldarla, mientras que una simple afirmación solo es una declaración sin respaldo.

Los argumentos también deben ser coherentes, lógicos y tener una estructura clara. Esto significa que las evidencias deben estar relacionadas de manera lógica con la tesis y deben ser presentadas de manera ordenada para que el receptor pueda seguir y comprender el razonamiento.

También es importante tener en cuenta las posibles objeciones o contrargumentos y presentar respuestas a ellos para fortalecer el argumento.

En resumen, un argumento se forma mediante la presentación de una tesis o posición, seguida de evidencias o razonamientos que apoyan esa tesis, de manera coerente y lógica y considerando y respondiendo las posibles objeciones.