Agua: es el elemento más importante en la composición del refresco (alrededor del 88%).
Concentrados: Son combinaciones de extractos de frutas y/o vegetales, aceites y destilados.
Carbonatos (CO3) y bicarbonatos (HCO3): estos componentes actuan como un regulador de pH para evitar que se produzca un exceso de acidez.
Sulfatos (SO4) y fenoles (C6H6O): Dichas sustancias son responsables de agregar el sabor de la gaseosa.
Azúcar (sacarosa / C12H22O11): Este es el segundo componente con la concentración más alta (11%). Su función es endulzar y condensar la bebida. La sacarina (C7H5NSO3) y el aspartamo (C14H18N2O5) son los edulcorantes que sustituyen al azúcar en las bebidas light.
Acidulantes: tiene la función de mejorar el sabor y, sobre todo, reducir el pH del refresco, hacerlo más ácido y prevenir la propagación de microorganismos.
Antioxidantes: previene la interacción del oxígeno con los químicos de la bebida, evitando así el olor y el aroma del refresco.
Conservantes: se utiliza para que las bacterias y hongos resistentes a los ácidos no alteren el aroma y el olor de la bebida. El benzoato de sodio (C7H5O2Na) es uno de esos conservantes añadidos.