El Lebrel afgano ama los espacios abiertos, se les debe permitir correr libremente en un área segura, así como tener largas caminatas diarias. Necesita un mínimo de 30 minutos de galope por día.
Esta raza no es un buen perro para vivir en un apartamento, son relativamente inactivos en interiores y se desarrollan mejor en el exterior.
Los Lebrel afgano suelen ser bastante independientes, sin embargo, no les gusta quedarse solos durante largos períodos de tiempo.
Deben ser entrenados de una manera tranquila y firme. El afgano ha sido descrito como «el rey de los perros», ya que es majestuoso, elegante, noble y valiente.
Pueden ser desobedientes si el dueño no le da pautas claras sobre lo que se espera de ellos. Algunos afganos tienen tendencia a no socializar adecuadamente, por lo que debe asegurarse de que se socialice a una edad temprana.