Gaudí inmediatamente comenzó a cambiar el diseño de la iglesia. Aunque estaba comprometido con el estilo generalmente gótico, también sintió que esto era naturalmente limitado. Las estructuras góticas medievales se basaban en grandes estructuras de soporte llamadas contrafuertes, y Gaudí no quería imitar esto. Él creía que la casa de Dios debería estar libre de soportes voluminosos, pero sin límites en su altura y grandeza. Para resolver este problema, Guadí recurrió a la naturaleza, buscando inspiración en lo que él veía como la arquitectura de Dios.
Hay una razón por la cual la Sagrada Familia hoy parece casi botánica. No solo los motivos de diseño se basan principalmente en formas naturales y orgánicas, sino que las estructuras de soporte de la iglesia se modelan en realidad sobre los tallos de las plantas. Este diseño único era más fuerte, más ligero y permitía una mayor cantidad de luz natural dentro de la iglesia. Los historiadores del arte, por lo tanto, identifican la Sagrada Familia en parte con el movimiento neogótico, pero también con el emergente Art Nouveau de finales del siglo XIX que destacaba las formas orgánicas y fluidas.