La ciudad de Tulsa, situada en el estado de Oklahoma en los Estados Unidos, fue fundada en 1836 por el pueblo Creek, una tribu indígena de la región. Los Creeks habían llegado a la zona en el siglo XVIII, después de haber sido expulsados de sus tierras ancestrales en el sudeste de Estados Unidos durante la Guerra Creek de 1813-1814. La ciudad fue nombrada Tallasi, que significa «lugar de los arroyos» en la lengua Creek.
Tulsa comenzó a crecer a mediados del siglo XIX, cuando se estableció allí un puesto militar y se construyó una carretera que atravesaba la región. Durante este período, la ciudad también se convirtió en un importante centro comercial para los pueblos indígenas de la región y para los colonos blancos que se establecieron en la zona.
A principios del siglo XX, Tulsa se convirtió en un importante centro de la industria petrolera y de la producción de gas natural. Esto llevó a un rápido crecimiento de la población y a la transformación de la ciudad en un importante centro económico y cultural. Hoy en día, Tulsa es conocida por sus numerosos museos, teatros y eventos culturales, así como por su rica historia y su importancia en la industria del petróleo y del gas.