Las referencias a juegos parecidos al béisbol en los Estados Unidos de América se remontan al siglo XVIII. Sus antepasados más directos parecen ser dos juegos ingleses: rounders (un juego para niños llevado por los primeros colonos a Nueva Inglaterra) y el cricket.
En la época de la Revolución Americana, las variaciones de tales juegos se jugaban en los patios escolares y en los campus universitarios de todo el país. Se hicieron aún más populares en ciudades de reciente industrialización donde los hombres buscaban trabajo a mediados del siglo XIX.
En septiembre de 1845, un grupo de hombres de la ciudad de Nueva York fundó el New York Knickerbockers Base Ball Club. Uno de ellos, el bombero voluntario y empleado de banca Alexander Joy Cartwright, codificaría un nuevo conjunto de reglas que formaría la base para el béisbol moderno.
Los cambios de Cartwright hicieron que el pasatiempo floreciente fuera más veloz y más desafiante, a la vez que lo diferenciaba claramente de los juegos más antiguos como el cricket. En 1846, los Knickerbockers jugaron el primer juego oficial de béisbol contra un equipo de jugadores de cricket, comenzando una nueva tradición exclusivamente estadounidense.