El Estado de Nebraska es uno de los 50 estados de los Estados Unidos de América. Se encuentra en el centro del país y es el 16º en orden de admisión a la Unión. Tiene una superficie de 200.520 km² y una población aproximada de 2 millones de habitantes. Su capital es Lincoln y su ciudad más poblada es Omaha.
Nebraska es conocido por sus llanuras y colinas, y es un importante productor de granos, carne y otros productos agrícolas. También es un importante centro de transporte, ya que cruzan el estado varias carreteras y líneas ferroviarias.
El origen del Estado de Nebraska se remonta a la época de la colonización europea de América. En el siglo XVII, los españoles exploraron la región y establecieron algunas misiones y fuertes. Más tarde, en el siglo XIX, la región fue colonizada por inmigrantes de Europa y Estados Unidos.
En 1803, como parte del Tratado de Louisiana, Francia vendió a Estados Unidos una gran parte de la región que hoy es Nebraska. La región fue organizada como territorio en 1854 y se convirtió en un estado en 1867. Durante la Guerra Civil, Nebraska fue un estado de la Unión y no se vio directamente involucrado en el conflicto.
Desde entonces, Nebraska ha sido un estado importante en la agricultura, el transporte y otros sectores económicos. También ha sido un lugar de migración para personas de todo el país y del mundo, y cuenta con una diversa población y cultura.