El Estado de Texas tiene una historia larga y rica que se remonta a muchos siglos antes de que se convirtiera en un estado de los Estados Unidos.
Los primeros habitantes de Texas fueron los indígenas americanos, que llegaron a la región hace al menos 12.000 años. Muchas tribus diferentes, incluyendo los Caddo, los Coahuiltecans y los Apache, vivieron en Texas durante siglos antes de la llegada de los europeos.
En 1519, el conquistador español Hernán Cortés llegó a México y comenzó la colonización española de América del Norte. A medida que los españoles se extendieron hacia el norte, llegaron a Texas en el siglo XVII. Establecieron misiones y presidios (fortificaciones militares) en la región y comenzaron a colonizarla.
En 1821, México se independizó de España y Texas se convirtió en una colonia mexicana. Sin embargo, a medida que más y más colonos estadounidenses se establecieron en Texas, surgieron tensiones entre ellos y las autoridades mexicanas. En 1835, los colonos de Texas se rebelaron y declararon su independencia de México. La guerra de independencia de Texas fue breve, pero sangrienta, y finalmente, en 1836, Texas se convirtió en una república independiente.
En 1845, Texas se unió a los Estados Unidos como el 28º estado. Desde entonces, ha sido una parte integral de la nación y ha desempeñado un papel importante en la historia de los Estados Unidos.