El Estado de Tlaxcala es una entidad federativa de México situada en el centro del país. Tiene una historia larga y rica que se remonta a la época precolombina.
Antes de la llegada de los españoles, la región de Tlaxcala era habitada por pueblos indígenas que hablaban el idioma náhuatl. Uno de estos pueblos fue el de los tlaxcaltecas, que dieron su nombre al estado. Los tlaxcaltecas eran conocidos por ser un pueblo guerrero y habían establecido una confederación de ciudades-estado en la región.
Cuando Hernán Cortés y sus hombres llegaron a México en 1519, los tlaxcaltecas se aliaron con ellos contra el imperio azteca. Los tlaxcaltecas proporcionaron a los españoles guías y soldados, y lucharon junto a ellos durante la conquista. A cambio, los españoles prometieron proteger a los tlaxcaltecas de las agresiones de otros pueblos indígenas.
Después de la conquista, Tlaxcala se convirtió en una de las primeras provincias de Nueva España, gobernada por una élite de terratenientes españoles y tlaxcaltecas. Durante la colonización, la región experimentó un crecimiento económico a través de la producción de maíz, trigo, algodón y otros cultivos.
Con la independencia de México en 1821, Tlaxcala se convirtió en un estado de la República Mexicana. Desde entonces, ha tenido un papel importante en la historia del país y ha contribuido a la cultura y al desarrollo de México.