La mortadela es un embutido cárnico que se elabora a partir de carne picada, grasa y otros ingredientes como sal, condimentos y especias. La carne utilizada para hacer mortadela suele ser de cerdo, pero también se puede utilizar carne de otros animales como ternera o pollo.
El proceso de elaboración de la mortadela suele incluir las siguientes etapas:
Selección de la carne: se elige carne fresca y de alta calidad, que suele ser magra y con una cierta cantidad de grasa. La carne se corta en trozos pequeños y se somete a un proceso de descongelación si está congelada.
Picado de la carne: se pica la carne en un picador hasta obtener una masa homogénea.
Mezclado de ingredientes: a la masa de carne picada se le añaden los demás ingredientes, como la grasa, la sal, los condimentos y las especias. Todo se mezcla bien hasta obtener una masa uniforme.
Envasado: la masa se coloca en un envase de plástico o en una tripa de cerdo previamente limpiada y se cierra herméticamente.
Cocción: la mortadela se cuece en agua a una temperatura de entre 70 y 80 grados Celsius durante unas 3-4 horas.
Enfriamiento: una vez cocida, la mortadela se deja enfriar y se almacena en el refrigerador hasta su consumo.