La igualdad se refiere a tratar a todas las personas de la misma manera, sin importar sus diferencias. Esto significa que todas las personas deben tener las mismas oportunidades y derechos. Por ejemplo, todos los ciudadanos de un país deben tener los mismos derechos políticos, independientemente de su raza, género, religión, orientación sexual o cualquier otra característica.
La equidad, por otro lado, se refiere a tratar a las personas de manera justa y equitativa, teniendo en cuenta sus diferencias individuales. Esto significa que las personas pueden necesitar diferentes tipos de apoyo o ayuda para tener las mismas oportunidades y derechos que otras personas. Por ejemplo, puede ser necesario proporcionar servicios de apoyo a personas con discapacidad para que puedan participar plenamente en la vida social y política de un país.
En resumen, la igualdad trata a todas las personas de la misma manera, mientras que la equidad trata a cada persona de manera justa y equitativa teniendo en cuenta sus diferencias individuales.