Cremona fue fundada por los galos. En el año 218 se convirtió en colonia latina y formó parte de la Galia Cisalpina.
Durante la edad media estuvo en poder de los godos, hunos y longobardos (siglo VII). En el año 1098, bajo el gobierno de los obispos, se convirtió en una ciudad libre.
En el siglo XII fue escenario de luchas entre güelfos y gibelinos. En 1334 fue anexada a los Visconti y, más tarde, a los Sforza. De 1449 a 1509 formó parte de la república de Venecia. Más adelante pasó alternativamente a poder de Francia y Austria, hasta que en 1860 se incorporó al reino de Italia.
Cremona está a orillas del Po, en la fértil llanura aluvial, de la que es el centro comercial (trigo, avena, arroz y legumbres). Tiene industria alimentaria, mecánica y textil. Centro de fabricación de instrumentos musicales de cuerda, desde el siglo XVI han sido muchos los grandes maestros que han tenido talleres: los Amati, los Guarneri, los Malpighi y los Stradivari. Los principales monumentos arquitectónicos de la ciudad son los de la plaza del Comune: la catedral, destruida por un terremoto en 1117 y reconstruida a partir del siglo XII en estilos románico, gótico y renacentista.