Situada en la alta llanura emiliana, entre el Secchia y el Pamaro, es un importante centro comercial y nudo de comunicaciones.
Empezó a crecer en la época de la unificación italiana y sobrepasó las murallas que rodean la ciudad medieval de forma pentagonal.
Habitada por los lígures y por los etruscos, fue ocupada sucesivamente por los bois (siglo V a. C.) y por los galos (siglo IV d. C.). En el siglo VI fue conquistada por los lombardos, que la disputaron a los bizantinos.
En el año 961 pasó a los Canossa, que fueron condes hasta 1115. Devenida señoría de los Este (1288), en 1452 el emperador se lo otorgó como ducado. En el siglo XVI fue disputada por el papa.
Ocupada por Francia (1703-07 y 1734-36) y por Austria (1742-49), Francia la ocupó de nuevo en 1796. Parte del reino de Italia (1805), el congreso de Viena la restituyó a los duques (1815), que la retuvieron hasta 1859 (batalla de Magenta). En 1860 votó su anexión definitiva al reino de Italia.
El monumento más interesante es la catedral, de tres naves cubiertas por bóvedas de ojiva, campanario del siglo XIII y portada románica con notables decoraciones escultóricas. Cabe mencionar las iglesias de San Vicenzo (siglo XVII), de San Pietro, con una curiosa fachada barroca de ladrillo, y de San Francesco, que conserva un campanario del siglo XIII. De arquitectura civil sobresale el antiguo Palazzo Ducale (siglo XVII). En la Galleria, Museo e Medagliere Estense hay obras de Dosso Dossi, Andrea del Sarto, Ticiano, Velázquez, etc.