Fundada por los vénetos, la ciudad de Padua fue aliada de Roma del 225 al 49 a. C. Dominada, sucesivamente, por ostrogodos (493), bizantinos (541-68), lombardos (601) y francos, en el siglo IX se convirtió en arzobispado y en el XII en comuma.
Se adhirió a la liga lombarda (1167), pero tenía un fuerte núcleo gibelino, y esto causó una serie de luchas que hizo perder la independencia en la ciudad. Así, pasó a los Este, a Ezzelino III da Romano (1237-56) y a los Carrara (1318-1405).
En 1405 fue anexada por Venecia, y en 1797 ocupada por Francia. Dominada por Austria (1815-66), en 1866 se integró en el reino de Italia.
Conserva restos romanos, como las ruinas del anfiteatro y el puente de San Stefano-San Lorenzo. De época paleocristiana es elm artyrium (siglo IV) de la iglesia de Santa Giustina (siglo XVI). Edificios medievales son el Battistero de la catedral (siglo XII), con cúpula decorada por Giusto de Menabuoi (siglo XIV), el Palazzo della Raggione (siglos XIII y XIV), la iglesia de Santa Sofía (siglo XIII) y la basílica de Sant’Antonio, la cual presenta una mezcla de elementos románicos, góticos y bizantinos; en el altar mayor está la Virgen María con santos y los relieves de la vida del santo, de Donatello; también es de Donatello la famosa estatua ecuestre del Gattamelata, en el exterior, frente a la fachada. Al lado de la basílica se encuentra la Scuola del Santo, decorada con pinturas de Ticián. Es gótica la Cappella degli Scrovegni, con un ciclo de frescos de Giotto sobre la vida de Jesús, de Giovanni Pisano. El Palazzo Bo, actual universidad, es del siglo XVI. Del siglo XIX es el Caffé Pedrocchi, neoclásico, que era lugar de reunión de políticos y literatos.