Ciudad etrusca (Perusia), tuvo que someterse a Roma en el año 295 a. C. Octavio la hizo quemar con motivo de la guerra de Perugia (41-40 a. C.), pero la reconstruyó terminada ésta.
Perteneció al exarcado de Ravenna y en 754 se integró en los Estados Pontificios, aunque logró independizarse después.
En 1540 revirtió en el dominio del papa y en 1860 se integró en el nuevo estado italiano.
Conserva restos etruscos: la puerta de la Mandorla, el arco de Augusto, la puerta Marzia, etc, y numerosas necrópolis de las afueras. La iglesia más antigua es la de Sant’Angelo (siglos V-VI). La de San Pietro, del siglo X, fue transformada posteriormente. Es románica la de Santa María de Monteluce, y góticas las de Sant’Agostino, Sant’Agata y la catedral.
La Fontana Maggiore tiene esculturas de N. y G. Pisano. De época renacentista es la iglesia de Santa María della Luce, San Bernardino, con fachada con bajorrelieves de Agostino di Duccio, y la Rocca Paulina, fortificación obra de A. Sangallo. Cabe mencionar también el palacio Gallenga (siglo XVIII).