Los campos de concentración del régimen nazi operaron en Austria desde 1938 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945. El más importante fue el campo de concentración de Mauthausen.

Antes y durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi mantuvo y controló varios campos de concentración en todos sus territorios. El primero de estos campos se erigió en Alemania después de que Adolf Hitler y el Partido Nazi tomaran el control del país. En estos campos estaban encerrados comunistas alemanes, judíos, polacos, discapacitados, romaníes, homosexuales y clérigos.

No solo habia campos de concentración en Alemania, también habia en otras partes de Europa, especialmente en países donde la Alemania nazi tenía el control, por ejemplo, el complejo de campos de concentración Mauthausen-Gusen en Austria.

Cuando Adolf Hitler y su partido nazi se anexionaron a Austria en marzo de 1938, su objetivo fue tomar el control total del país para hacerlo parte de la Gran Alemania. Inmediatamente después de la anexión de Austria, la Alemania nazi erigió, entre otros, el campo de concentración de Mauthausen en el municipio austriaco Mauthausen.

Los prisioneros de los campos de concentración en Austria, como la mayoría de los prisioneros nazis en Alemania, fueron forzados a la esclavitud.

Mauthausen fue el último campo de concentración de la Alemania nazi en ser liberado por los aliados. Hasta enero de 1945, el campo tenía más de 85,000 prisioneros. Aunque se desconoce el número de muertes, varias fuentes contabilizan entre 122,000 y 320,000 personas.