La Mesopotamia, ubicada en el actual Oriente Medio, fue una de las primeras regiones civilizadas de la historia. Sus aportes culturales incluyen:
Escritura: Los sumerios, uno de los pueblos de Mesopotamia, desarrollaron un sistema de escritura conocido como cuneiforme, que consistía en imprimir caracteres en arcilla con un estilete. Este sistema de escritura permitió la creación de documentos legales, administrativos y literarios.
Matemáticas: Los sumerios también desarrollaron un sistema numérico basado en el sistema sexagesimal (utilizando los números 60 y su multiples). Esto les permitió realizar cálculos complejos, como la medición de áreas y volúmenes.
Arquitectura: Los mesopotámicos construyeron grandes templos y palacios con adobe y ladrillos de arcilla cocida. Entre las construcciones más notables se encuentran la ziggurat de Ur, el templo de Inanna en Uruk, y el palacio de Sargon de Akkad.
Literatura: Los mesopotámicos crearon una gran cantidad de literatura oral y escrita, incluyendo poesía, epopeyas, cuentos, y leyes. Algunos de los textos más conocidos incluyen el poema épico de Gilgamesh y el código de Hammurabi.
Religión: La religión mesopotámica se caracterizaba por la adoración de un gran número de dioses y diosas, cada uno de los cuales tenía un papel específico en la creación y el mantenimiento del mundo. Los templos eran el centro de la vida religiosa, y los sacerdotes y sacerdotisas desempeñaban un papel importante en la sociedad.
Agricultura: Los mesopotámicos desarrollaron un sistema de regadío para cultivar cereales como el trigo y la cebada, así como frutas y vegetales. Esto les permitió crear una economía agrícola sólida y una población densa.
En resumen, la Mesopotamia es considerado uno de los principales puntos de partida de la civilización humana, con un gran desarrollo en escritura, matemáticas, arquitectura, literatura, religión, y agricultura.