El arte de Mesopotamia se caracteriza principalmente por su naturaleza religiosa y su función como medio para conectarse con los dioses. Los templos y palacios eran los principales lugares donde se producía el arte, y estas obras a menudo incluían relieves y esculturas de dioses y reyes. La arquitectura también era importante en Mesopotamia, con templos y palacios construidos con adobe y ladrillos crudos.
Además, el arte cuneiforme también era común en Mesopotamia. Los escribas usaban esta técnica para escribir en tablillas de arcilla, y estos textos incluían información sobre historia, religión, literatura y comercio.
Otra característica del arte de Mesopotamia es su realismo y atención al detalle en la representación de seres humanos y animales en sus relieves y esculturas. También se caracteriza por un gran uso de simbolismo religioso y mitológico en las representaciones.
En resumen, el arte de Mesopotamia se caracteriza por su función religiosa, su enfoque en la arquitectura y la escritura cuneiforme, su realismo y atención al detalle en la representación de seres humanos y animales, y su gran uso de simbolismo religioso y mitológico.