El tarsero fantasma es una pequeña especie de primate que se encuentra en los bosques con buena vegetación en una serie de islas en el sudeste asiático. Aunque los registros fósiles muestran que los tarseros se habrían encontrado alguna vez en Asia continental, Europa, América del Norte y África, los tarseros modernos están hoy restringidos a unas pocas islas en Malasia, Indonesia y el sur de Filipinas.
A pesar del debate constante entre los científicos sobre el nombramiento y la clasificación de las especies de tarsero, en 2011 se describieron 18 subespecies diferentes que se dividen en tres grupos, en general, según su ubicación geográfica.
El tarsero fantasma es un animal de aspecto único y distintivo que ha desarrollado una serie de características específicas para ayudar a su estilo de vida nocturno y arbóreo. Aunque la apariencia exacta puede variar ligeramente entre las especies, todas son relativamente similares con un cuerpo pequeño y robusto y una cola larga que está poco cubierta de piel o tiene un mechón al final.
Su pelaje extremadamente suave varía de gris a marrón u ocre dependiendo de la especie, pero todos los tarseros comparten las características largas patas traseras que les permiten saltar distancias de hasta 5 metros entre las ramas.
Las características más distintivas del tarsero fantasma se pueden encontrar en sus cabezas que (gracias a vértebras especialmente adaptadas) pueden girar 180 grados en ambas direcciones para que este primate pueda ver detrás sin mover su cuerpo. Sus enormes ojos pueden tener hasta 16 mm de ancho y le permiten cazar presas y tener cuidado con los depredadores en la oscuridad. También tienen orejas grandes como murciélagos que son increíblemente sensibles para detectar incluso los sonidos más lejanos.