Todos los animales comparten algunas características básicas, como:
Células vivas: todos los animales están compuestos de células vivas, que son las unidades básicas de la vida.
Movimiento: todos los animales son capaces de moverse de alguna manera, ya sea mediante la contracción muscular o mediante la ondulación de cuerpos cilíndricos.
Respuesta a estímulos: todos los animales son capaces de responder a estímulos del entorno, como el calor, la luz y el dolor.
Metabolismo: todos los animales tienen un metabolismo, que es el proceso mediante el cual las células utilizan la energía para realizar sus funciones.
Crecimiento y desarrollo: todos los animales crecen y se desarrollan a medida que envejecen.
Reproducción: todos los animales se reproducen para asegurar la supervivencia de su especie.
Comportamiento: todos los animales tienen comportamientos que les ayudan a sobrevivir y reproducirse, como la alimentación, la defensa y la búsqueda de pareja.
Evolución: todos los animales son producto de la evolución biológica, y se relacionan en una jerarquía de parentesco con otros animales.
Algunos animales también tienen características adicionales, como la capacidad de percibir el mundo a través de la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, y la capacidad de comunicarse mediante el uso de sonidos, olores y señales visuales.