Las propiedades son ciertas características que definen el tipo de materia. Se pueden dividir en tres grupos: general, funcional y específico.
Propiedades generales:
- Inherente: a todo tipo de materia.
- Masa: mide la cantidad de materia.
- Extensión: es el espacio que ocupa la materia, el volumen.
- Inercia: propiedad que mantiene los cuerpos en un estado de movimiento o reposo sin cambios a menos que alguna fuerza interfiera y modifique ese estado.
- Impenetrabilidad: dos porciones de materia no pueden ocupar el mismo lugar en el espacio simultáneamente.
- Divisibilidad: Toda la materia puede dividirse, hasta cierto límite, hasta los átomos. Incluso el átomo puede dividirse sin cambiar su constitución.
- Compresibilidad: bajo la acción de fuerzas externas, el volumen de una porción de materia puede disminuir.
- Elasticidad: dentro de un límite, una acción de fuerza puede causar deformación en la materia, pero tan pronto la fuerza deja de actuar, la misma materia vuelve a su forma original.
- Porosidad: hay espacios (poros) entre las partículas de una materia dada, haciéndola más o menos densa.
Propiedades funcionales: La materia se identifica por su función, por ejemplo: bases, ácidos, sales, alcoholes, óxidos, aldehídos, cetonas, entre otros.
Propiedades específicas: Son propiedades individuales de cada tipo de materia, pueden ser: organolépticas, químicas o físicas.
- Organolépticas: son propiedades que detectan los sentidos, como el color, la visión, el gusto, el olor y el tacto. Ejemplo: agua pura, inodora, incolora, líquida a temperatura ambiente.
- Químicas: responsables del tipo de transformación que puede sufrir una sustancia, reaccionando a otra sustancia. Ejemplo: oxidación de hierro.
- Físicas: Ciertos valores encontrados experimentalmente para el comportamiento de cada tipo de materia, cuando se someten a ciertas condiciones, estas condiciones no alteran la constitución de la materia, por diversas que sean.