La mayoría de los residentes permanentes de la isla son Fôrros, descendientes de los colonos portugueses y sus esclavos africanos, que vinieron de Gabón y la costa de Guinea. A lo largo de la costa sureste de Santo Tomé vive un grupo llamado Angolares, descendientes de esclavos angoleños, que naufragaron en el siglo XVI y establecieron comunidades de pescadores independientes.