Además del picor, los síntomas de los piojos pueden incluir fiebre baja, inflamación de las glándulas, sarpullido en la nuca, bolsas debajo de los ojos y sensación de cansancio. Los piojos son nocturnos, lo que significa que son más activos por la noche que durante el día.
Revise la cabeza de su hijo de manera regular y pase un peine de piojos por el cabello una o dos veces por semana cuando tenga conocimiento de un brote en su entorno. Tenga en cuenta el comportamiento de su hijo y esté atento a las señales reveladoras.
Es posible tener piojos durante años sin saberlo, especialmente si la persona no tiene picazón.