La cosecha de aceitunas suele realizarse en el otoño, aunque puede variar según la zona geográfica y el tipo de aceituna. En algunas regiones, la cosecha comienza en octubre y se extiende hasta diciembre, mientras que en otras puede comenzar a finales de septiembre y durar hasta principios de noviembre. Algunos cultivos de aceitunas pueden cosecharse más tarde en el año, dependiendo de la variedad de aceituna y de las condiciones climáticas.
La cosecha de aceitunas se realiza a mano, aunque también se utilizan ciertos equipos mecánicos para facilitar el trabajo. La aceituna se recolecta cuando ha alcanzado la madurez óptima para la producción de aceite de oliva de calidad. Esto puede variar según la variedad de aceituna y el uso final previsto para el aceite. En general, se considera que una aceituna está madura cuando ha adquirido un color oscuro y ha perdido parte de su verdor. Sin embargo, también es importante tener en cuenta otros factores, como la firmeza y el tamaño de la fruta.