Poco después de que estallara la Primera Guerra Mundial en Europa, el presidente estadounidense Woodrow Wilson declaró que el país mantendría una política de neutralidad. La mayoría de los estadounidenses apoyó el plan. Sin embargo, la opinión pública cambió cuando los submarinos alemanes hundieron el transatlántico británico RMS Lusitania en 1915, matando a casi 1.200 personas, incluidos 128 estadounidenses.
En enero de 1917, la inteligencia británica interceptó comunicación entre Alemania y México. Los telegramas codificados revelaron el plan de Alemania de formar una alianza con México y atacar a los Estados Unidos en los que México reclamaría Texas, Nuevo México y Arizona.
El hundimiento de la Lusitania y la amenaza de una alianza germano-mexicana llevaron al presidente Woodrow Wilson a pedir al Congreso una declaración de guerra. El 4 de abril de 1917, el Senado y la Cámara de Representantes votaron a favor de declarar la guerra a Alemania y el 6 de abril de 1917, los Estados Unidos declararon oficialmente la guerra.