El cuadro Jirafa en llamas fue pintado por Salvador Dalí el año 1937, se encuentra en el Museo de Arte de Basilea, en Suiza.
La imaginación y la creatividad de Dalí producen, en esta obra, una atmósfera crepuscular, con un cielo azul profundo.
Hay dos figuras femeninas, una muy grande ocupando el centro del cuadro, y otra a la derecha del observador. En el lado izquierdo, una silueta de jirafa toma fuego. A pesar de estar en el plano más lejos y en menor foco, es la jirafa quien da nombre al cuadro. Aunque está en llamas, la jirafa está parada sin ninguna expresión corporal de dolor.