Las serpientes son animales ectotermos, lo que significa que no tienen control interno de su temperatura corporal y dependen de la temperatura ambiental para regularla. Por lo tanto, su patrón de sueño y actividad está influenciado por la temperatura ambiental y las condiciones de luz.
Cuando las serpientes están en un entorno cálido y luminoso, suelen estar más activas y pueden pasar la mayor parte del día cazando, explorando y buscando refugio. Por otro lado, cuando las temperaturas disminuyen y la luz es escasa, las serpientes pueden pasar largos períodos de tiempo inmóviles y descansando. Algunas serpientes pueden dormir durante la mayor parte del año en un estado de inactividad, especialmente en entornos fríos y húmedos.
En general, las serpientes no tienen un patrón de sueño regular como los humanos y no necesitan dormir durante períodos prolongados de tiempo. Sin embargo, pueden entrar en un estado de «inactividad» durante varias horas al día, lo que puede parecerse a dormir. En general, las serpientes no necesitan dormir tanto como los humanos y otros animales.