Los caribúes crecen entre 1,6 y 2 metros de longitud, y hasta 1,5 metros de altura (medido hasta los hombros). Pesan entre 60 y 300 kg.
Normalmente, los renos domesticados tienen patas más cortas y son más pesados que los caribúes salvajes.
Los caribúes tienen varias adaptaciones que les permiten vivir en el duro clima ártico. Uno de los más importantes es un abrigo de piel grueso y de múltiples capas. Esto le proporciona calidez, protección contra los elementos y flotabilidad al nadar.