Los frailecillos pueden reproducirse a partir de los cuatro años de edad y pueden vivir hasta 20 años en la naturaleza, aunque en algunas ocasiones incluso llegan a la edad de 30 años.
Los frailecillos tienen una temporada de cría anual durante los meses más cálidos del verano, desde abril hasta mediados de agosto. Al usar sus picos como una pala y sus patas palmeadas con garras afiladas para excavar el suelo, son capaces de cavar madrigueras en el suelo que pueden tener más de un metro de profundidad y unos pocos metros de largo para mantener a salvo los huevos. Los frailecillos se aparean de por vida y el frailecillo hembra pone un solo huevo blanco que es incubado por ambos padres hasta que eclosiona. Los dos padres cuidan y alimentan al polluelo hasta que se independiza, dejando el nido alrededor de los dos meses.