Las arañas camello (solífugos) son criaturas parecidas a las araña que pertenecen al grupo de los arácnidos. Hay más de 1.000 especies de arañas camello que se pueden encontrar en todo el mundo excepto en la Antártida y Australia. La araña camello habita áreas cálidas, áridas, arenosas y desiertos.
La araña camello puede alcanzar de 12 a 15 cm de largo y hasta 56 gramos de peso. Los machos son más pequeños que las hembras, pero tienen patas más largas.
La araña camello tiene un cuerpo peludo de color canela, marrón o marrón rojizo.
La araña camello tiene mandíbulas alargadas (llamadas quelíceras), 4 pares de patas largas y un par de órganos sensoriales similares a patas (llamados pedipalpos) cerca de la mandíbula.
A pesar de su nombre, la araña camello no es una araña. En realidad, es un solífugo. A diferencia de las arañas, los solífugos no producen veneno ni seda.
La araña camello también se conoce como «escorpión del viento» debido a su cuerpo parecido a un escorpión y su capacidad para «correr como el viento».
La araña camello es un animal nocturno (activo durante la noche). Se esconde a la sombra y en la arena durante el día.
La araña camello es carnívora. Su dieta se basa en insectos, lagartijas, ranas, pájaros, serpientes y roedores.
La araña camello corta a su víctima en trozos pequeños y usa enzimas digestivas para convertirlos en líquido. Se hincha y no puede caminar después de una comida abundante.
La araña camello es un animal muy rápido que puede correr a una velocidad de 16 kilómetros por hora.
Las arañas camello ocasionalmente siguen a los humanos, pero solo para esconderse en su sombra. Atacan a los humanos solo en defensa propia. Dado que la mordedura puede ser muy dolorosa y la herida puede infectarse, se recomienda encarecidamente la atención médica.
La araña camello puede sobrevivir de uno a dos años en estado salvaje.