La mangosta hociquilarga o cusimanse común es un pequeño mamífero que pertenece a la familia de las mangostas. Se puede encontrar en África Occidental.
La mangosta hociquilarga puede alcanzar 33 cm de largo y 1 kilogramo de peso.
Está cubierta de un pelaje espeso, de color marrón oscuro o rojizo. A diferencia del pelaje suave del vientre, el pelaje de la espalda es áspero.
Tiene la cabeza y la nariz alargadas, orejas pequeñas y redondeadas, cuerpo delgado y cola corta y afilada. Las patas son cortas y están equipadas con garras largas.
Puede trepar a los árboles, pero pasa gran parte de su vida en el suelo. Vive dentro de los agujeros de los árboles, madrigueras abandonadas o en los montículos de termitas.
La mangosta hociquilarga es un animal diurno (activo durante el día).
Come varios tipos de insectos y sus larvas, cangrejos, caracoles, pequeños roedores y huevos. Ocasionalmente consume frutas y bayas. Busca la comida escondida debajo de la hojarasca, rocas y troncos usando su hocico y garras.
La mangosta hociquilarga vive en grupos familiares compuestos de 10 a 24 miembros.
Se comunican a través de sonidos debido a la poca visibilidad en sus hábitats naturales (áreas densamente vegetadas). Son capaces de producir silbidos, chirridos y gruñidos.
Es un animal territorial. Utiliza el aroma producido en la glándula anal para marcar los límites de su territorio. Defenderá agresivamente su hogar contra todo tipo de intrusos.
Los depredadores naturales son los grandes carnívoros y las aves rapaces.
La mangosta hociquilarga puede sobrevivir hasta 10 años en cautiverio.