La salamandra de piel rugosa es un tipo de anfibio que pertenece a la familia de las verdaderas salamandras. Hay 2 subespecies que se pueden encontrar a lo largo de la costa occidental de América del Norte (desde Alaska hasta California).

La salamandra de piel rugosa puede alcanzar de 12 a 22 cm de largo.

La salamandra de piel rugosa tiene la piel de color verde oliva, marrón claro o negro pardusco en la espalda y el vientre de color amarillo brillante, naranja o rojo. Su piel es seca y tiene textura granulada (de ahí el nombre de «piel rugosa»).

La salamandra de piel rugosa tiene la cabeza aplanada, el hocico redondeado, el cuerpo robusto, las extremidades bien desarrolladas y la cola con cresta.

La salamandra de piel rugosa se encuentra principalmente activa durante la noche (animal nocturno).

Es un animal carnívoro. Su dieta se basa en varios tipos de insectos, huevos y larvas de otras salamandras y (raramente) peces pequeños.

La salamandra de piel rugosa secreta una sustancia tóxica llamada tetrodotoxina de las glándulas de la piel para protegerse de los depredadores. Esta toxina pertenece al grupo de las neurotoxinas y puede inducir irritación de la piel (después del contacto dérmico) o parálisis y muerte (después de la ingesta oral) en humanos.

La salamandra de piel rugosa expone el vientre de colores brillantes en caso de peligro. La mayoría de los depredadores se retiran en este punto debido a la conocida «ley de la naturaleza»: las criaturas de colores brillantes secretan toxinas como mecanismo de defensa.

La salamandra de piel rugosa pasa la mayor parte de su vida en tierra firme. Vive en el agua solo durante la temporada de reproducción.

La temporada de apareamiento tiene lugar de diciembre a julio (generalmente de marzo a abril). Se reproducen en el agua. Un gran número de machos luchan alrededor de la hembra para impresionarla. La hembra elige y se aparea con un solo macho.

La salamandra de piel rugosa puede sobrevivir 18 años en estado salvaje y 19 años en cautiverio.