Los pseudoescorpiones, también conocidos como «alacranes falsos», son miembros de la clase de los arácnidos. Hay más de 3000 especies de pseudoescorpiones que se pueden encontrar en todo el mundo (incluidas las áreas cercanas al Círculo Polar Ártico).
Los pseudoescorpiones pueden alcanzar de 0,2 a 0,8 cm de largo.
Los pseudoescorpiones pueden ser de color amarillo pálido, verde pardusco, marrón oscuro o negro.
Los pseudoescorpiones parecen escorpiones sin cola larga ni aguijón. Tienen un cuerpo en forma de pera cubierto con placas resistentes, pinzas grandes (llamadas pedipalpos) y cuatro pares de patas. Algunas especies son ciegas, mientras que otras tienen dos o cuatro ojos.
Los pseudoescorpiones no tienen alas, pero pueden viajar fácilmente de un lugar a otro adheridos al pelaje y la piel de varios animales.
Los pseudoescorpiones son carnívoros. Su dieta se basa en orugas, hormigas, moscas pequeñas y otros tipos de insectos de cuerpo blando.
Los pseudoescorpiones usan pedipalpos agrandados para inyectar veneno y matar a sus víctimas. Utilizan jugos digestivos para transformar a sus presas en comida líquida.
Los pseudoescorpiones son beneficiosos para los humanos porque eliminan plagas como las larvas de polilla, los ácaros del polvo y los piojos.
Los pseudoescorpiones fueron descritos por primera vez por el famoso filósofo griego Aristóteles, hace más de 2300 años.
Los pseudoescorpiones no son peligrosos para los humanos. Sus pinzas son demasiado débiles para perforar la piel humana y liberar veneno.
Los pseudoescorpiones usan la seda producida en las glándulas de sus mandíbulas para construir capullos que se utilizan para la muda, el apareamiento y como refugio del clima frío.
Los pseudoescorpiones tienen fertilización externa. Los machos depositan paquetes de espermatozoides llamados «espermatóforos» en el suelo sólido. Las hembras necesitan encontrar y recolectar estos paquetes para asegurar la fertilización exitosa de sus huevos.
Las hembras de algunas especies de pseudoescorpiones pueden reproducirse asexualmente, sin machos. Este fenómeno, llamado partenogénesis, da como resultado la formación de una nueva generación de hembras que son una copia genética exacta de su madre.
Los pseudoescorpiones adultos pueden sobrevivir de 2 a 3 años en la naturaleza.