Los pulgones son un tipo de insecto. Hay 4400 especies de pulgones que se pueden encontrar en áreas templadas y tropicales de todo el mundo.

Los pulgones pueden alcanzar de 1 a 10 milímetros de largo.

Los pulgones pueden ser de color amarillo, naranja, verde, rojo, azul, violeta, marrón o negro, según la especie.

Los pulgones tienen el cuerpo blando, ojos pequeños, antenas grandes y boca diseñada para succionar. La mayoría de las especies no tienen alas y tienen tres pares de patas.

Los pulgones comen tanto de día como de noche.

Los pulgones usan la boca en forma de aguja para perforar la superficie de las hojas, el tallo, los brotes y la raíz y obtener savia azucarada de la planta. Dado que la savia contiene una cantidad mínima de proteínas, los pulgones ingieren grandes cantidades de este jugo para satisfacer sus necesidades de proteínas.

Los depredadores naturales de los pulgones son las mariquitas, las chinches, las crisopas, las arañas y las avispas.

Muchos pulgones tienen estructuras en forma de tubo (llamadas cornículas) en el abdomen. Pueden liberar sustancias cerosas o malolientes que repelen a los depredadores y feromonas que informan a otros miembros de los grupos sobre el peligro inminente.

Las hembras pueden tener descendencia asexualmente (sin machos). Este fenómeno, llamado partenogénesis, tiene lugar durante la primavera. Los recién nacidos son clones, réplica genética exacta de la madre.

Los pulgones pasan por tres etapas de desarrollo en su vida (metamorfosis incompleta), huevo, ninfa e insecto adulto. Las ninfas parecen una versión en miniatura de los adultos.

Los pulgones se reproducen sexualmente durante el otoño. La hembra pone huevos que hibernan y eclosionan al comienzo de la primavera.

Los pulgones pueden sobrevivir desde unas pocas semanas hasta unos meses, dependiendo de la especie.