Curiosidades y características del eglefino

El eglefino es un pez marino que pertenece a la familia del bacalao. Se puede encontrar a ambos lados del Atlántico Norte. El eglefino es una criatura que habita en el fondo marino arenoso a una profundidad de 40 a 150 metros.

Curiosidades y características del eglefino

El eglefino puede alcanzar de 0,3 a 1 metro de largo y de 0,9 a 3,2 kg de peso.

 

El eglefino tiene la cabeza y la espalda de color gris púrpura y los lados laterales del cuerpo de color gris plateado con una línea lateral negra prominente. El vientre es de color blanco. El eglefino se puede reconocer fácilmente por una mancha negra sobre la aleta pectoral. Se puede ver una mancha oscura en ambos lados del cuerpo.

El eglefino y el bacalao son similares en apariencia. El eglefino tiene una boca más pequeña, una boca más puntiaguda, un cuerpo más delgado y una cola más cóncava.

El cuerpo del eglefino está cubierto de escamas.

El eglefino se adapta a la vida en aguas frías profundas a una temperatura de 2 a 10 grados centígrados.

El eglefino es un pez carnívoro. Su dieta se compone de diversos moluscos, estrellas de mar, erizos de mar, gusanos y huevos de peces.

El eglefino se puede describir como «velocista». Puede nadar muy rápido cuando necesita escapar de los depredadores, pero solo distancias cortas.

Los depredadores naturales del eglefino son la mielga, la raya, el bacalao, el rape, el fletán, el cuervo marino y las focas.

El eglefino migra estacionalmente de la invernada a las zonas de reproducción. Los peces jóvenes tienen rutas migratorias más largas en comparación con los adultos.

La temporada de apareamiento del eglefino tiene lugar en aguas poco profundas durante la primavera. El desove dura de enero a junio y alcanza su pico de marzo a abril.

Las hembras pueden producir de 850.000 a 3 millones de huevos por temporada (las hembras mayores producen más huevos). La fertilización de los óvulos tiene lugar en el agua, donde se fusionan con los espermatozoides liberados por los machos.

Los huevos fertilizados flotan en el agua (transportados por la corriente del océano) hasta que eclosionan. Las larvas recién nacidas pasan los primeros meses de su vida cerca de la superficie del agua. Después de ese período, se trasladan al fondo del océano donde pasarán el resto de sus vidas.

El eglefino puede sobrevivir más de 10 años en estado salvaje.