El gato montés, también llamado gato salvaje, es un antepasado del gato doméstico. Hay 22 subespecies que se pueden encontrar en África, Europa y Asia. Los gatos monteses habitan en bosques, praderas boscosas, semidesiertos, áreas cercanas a las marismas, costas, praderas alpinas, sabanas y estepas.
El gato montés puede alcanzar de 74 a 118 cm de largo y de 3 a 8 kg de peso.
El pelaje suave del gato montés puede ser de color marrón grisáceo, gris amarillento, gris oscuro, rojizo o arenoso y estar cubierto con varias manchas y rayas. La cola de punta negra está cubierta de anillos oscuros.
Los gatos monteses de color oscuro con manchas y rayas prominentes a menudo habitan en áreas y bosques húmedos. Los gatos monteses de áreas áridas tienen pelaje de color pálido con marcas menos prominentes.
El gato montés tiene cabeza ancha, cara plana, cuerpo robusto, patas cortas y cola larga con punta roma.
Es un trepador ágil, pero vive y caza en el suelo (animal terrestre). Es una criatura nocturna (activa durante la noche).
El gato montés tiene un agudo sentido del oído y la vista que se utilizan para detectar a la presa durante la noche.
Es un mamífero carnívoro. Su dieta se basa en roedores, aves, reptiles, insectos y arañas. Ocasionalmente caza presas grandes como conejos, ciervos pequeños y antílopes. Come presas enteras, incluidas las plumas, el pelaje y los huesos.
Puede alcanzar la velocidad de 48 kilómetros por hora.
El gato montés es un animal territorial que vive una vida solitaria. Los machos ocupan territorios más grandes que las hembras. Usan orina, heces y olor para marcar su territorio.
La temporada de apareamiento de los gatos monteses tiene lugar de diciembre a febrero y de mayo a julio.
Los machos se vuelven extremadamente agresivos durante la temporada de apareamiento y generalmente pelean antes de tener la oportunidad de aparearse.
El embarazo en las hembras dura de 56 a 63 días y termina con 1 a 5 cachorros (generalmente de 3 a 4). Nacen entre las rocas o dentro de una madriguera abandonada en el suelo. Son ciegos e indefensos al nacer. Después de dos o tres semanas, pueden ver, correr y jugar frente a su guarida.
Los gatos monteses pueden sobrevivir de 6 a 8 años en estado salvaje y hasta 15 años en cautiverio.