Datos nutricionales y curiosidades de la sandía

Actualmente, existen más de 1.200 variedades de sandía cultivadas en alrededor de 96 países del mundo.

Las sandías no contienen grasa ni colesterol.

Los exploradores usaban sandías como cantimploras para llevar el agua en las expediciones.

En China y Japón es común llevar sandía como regalo para el anfitrión.

Las sandías contienen compuestos fenólicos como triterpenoides, carotenoides y flavonoides que brindan beneficios antiinflamatorios y antioxidantes una vez consumidos.

Las sandías contienen licopeno, que aumenta a medida que madura la sandía. El licopeno tiene la capacidad de inhibir muchas de las moléculas proinflamatorias y la acción enzimática de la lipoxigenasa y la ciclooxigenasa que provocan una respuesta inflamatoria en el cuerpo. También se sabe que el licopeno neutraliza las moléculas de radicales libres.

Datos nutricionales y curiosidades de la sandía

La pulpa de la sandía de color rosa rojizo contiene mucho más betacaroteno y licopeno que las sandías con pulpa blanca. Para maximizar los beneficios para la salud, lo mejor es elegir la variedad de pulpa rosa rojiza.

Las sandías contienen vitamina C, que es un poderoso antioxidante. Una taza de sandía fresca contiene el 16% de la ingesta diaria recomendada de vitamina C.

Las sandías contienen citrulina, que es un aminoácido que el cuerpo convierte en arginina, otro aminoácido bueno para la salud humana. La arginina se usa en el cuerpo para ayudar a producir óxido nítrico, que ayuda a promover la expansión de los vasos sanguíneos y disminuye la presión arterial.

Se ha demostrado que las sandías apoyan la función cardiovascular.

También se ha demostrado que el aminoácido citrulina ayuda a prevenir la acumulación excesiva de grasa corporal.

Una taza de sandía fresca cortada en cubitos contiene aproximadamente 46 calorías.

Una taza de sandía fresca cortada en cubitos tiene un índice glucémico medio, lo que significa que aumentará el azúcar en la sangre más que las fresas, los arándanos u otras frutas con índices bajos de índice glucémico. A pesar de su índice glucémico, cuando se consume con moderación, incluso los diabéticos pueden disfrutar de esta fruta.

Una taza de sandía fresca en cubitos contiene el 6,8% del requerimiento diario recomendado de ácido pantoténico y pequeñas cantidades de vitaminas A, B1, B6 y magnesio.

El consumo de jugo de sandía puede ayudar a aliviar los dolores musculares debido a su contenido de citrulina.

Las sandías contienen más del 90% de agua, lo que las convierte en una fruta ideal para comer en un día caluroso de verano y para ayudar a evitar la deshidratación.

En algunos países, la sandía se come con queso feta. La combinación de dulce y salado es una de las favoritas en algunas culturas.