El calabacín contiene varios antioxidantes clave y puede ser una excelente fuente alimenticia de betacaroteno y alfacaroteno.
La piel del calabacín es rica en antioxidantes y debe consumirse junto con el resto.
El calabacín al vapor es la mejor manera de cocinarlo para retener sus nutrientes.
El calabacín es rico en manganeso y vitamina C.
El calabacín es rico en luteína y zeaxantina, que ayudan a proteger contra problemas oculares como cataratas y degeneración macular.
Se ha demostrado que el calabacín ayuda a regular el azúcar en sangre debido a sus altas cantidades de vitaminas del complejo B. El calabacín también contiene zinc, magnesio y ácidos grasos omega-3 que también son importantes para la regulación del azúcar en sangre.
El calabacín contiene un buen nivel de fibra dietética que es importante para la prevención de la diabetes tipo 2.
El calabacín también contiene pectina, una fibra de polisacárido que ayuda a mantener en equilibrio la insulina y el azúcar en sangre.
Los polisacáridos antiinflamatorios en los calabacines pueden ayudar a proteger contra la inflamación que dañaría el tracto gastrointestinal y el sistema cardiovascular. Este beneficio antiinflamatorio también puede ayudar a proteger contra el desarrollo de diabetes tipo 2.
Las semillas del calabacín contienen propiedades antimicrobianas y antiparasitarias. Se han utilizado para la medicina botánica y popular durante siglos y todavía se utilizan en algunas partes del mundo para tratar las tenias y otros parásitos que afectan el tracto intestinal.
También se ha demostrado que las semillas de calabacín ayudan a reducir la frecuencia de la micción a menudo causada por el agrandamiento no canceroso de la próstata.
El estrés oxidativo crónico y la inflamación crónica pueden provocar varios tipos de cáncer en el cuerpo. Se cree que el contenido antiinflamatorio y antioxidante del calabacín es beneficioso para ayudar a reducir el riesgo de cáncer.
El calabacín contiene ácido fólico que es esencial para la síntesis y división celular adecuadas del ADN. El folato también ayuda a proteger contra los defectos del tubo neural en el feto, por lo que es importante para las mujeres embarazadas, especialmente aquellas que intentan quedar embarazadas. 100 gramos de calabacín contiene el 6% de la ingesta diaria recomendada de ácido fólico.
El calabacín contiene una buena cantidad de potasio, vital para la salud del corazón. El potasio reduce la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
1 taza de calabacín cocido contiene solo 36 calorías y tiene un índice glucémico muy bajo, por lo que es una opción saludable para los diabéticos, ya que no aumenta el azúcar en la sangre.
Los calabacines son excelentes para quienes intentan reducir el colesterol o perder peso debido a su bajo contenido de calorías.