El golden retriever tuvo origen en Escocia, país que se encuentra en el Reino Unido de Gran Bretaña en Europa Occidental.
Estos ejemplares tuvieron sus primeras apariciones a mediados del siglo XVIII, pero no fue hasta principios del siglo XX cuando se reconoció oficialmente como raza.
El golden retriever era utilizado como perro de caza, actividad muy popular entre los ricos de aquella época. Esta raza se convirtió en el favorito gracias a su agudo olfato, agilidad, inteligencia y confiabilidad.
Esta raza surgió de la combinación de una raza ahora extinta, el tweed water spaniel, y de un retriever color amarillo.