La Luna es un cuerpo celeste que orbita alrededor de la Tierra y es el único satélite natural de nuestro planeta. Está hecha principalmente de roca y polvo, y su composición química es similar a la de la Tierra en muchos aspectos.
La corteza lunar está compuesta principalmente de rocas volcánicas llamadas basalto y anortita, que son ricas en silicatos de aluminio y calcio. La corteza lunar también contiene otros minerales como el olivino, el feldespato y el pyroxeno.
El manto lunar, que se encuentra debajo de la corteza, está compuesto principalmente de rocas ígneas y metamórficas similares a las que se encuentran en la corteza de la Tierra.
El núcleo lunar, que se encuentra en el centro de la Luna, es más difícil de estudiar debido a que está cubierto por la corteza y el manto. Se cree que el núcleo lunar es una mezcla de hierro y níquel, y que tiene un diámetro de aproximadamente unos 1.200 kilómetros.
La Luna también tiene una atmósfera muy delgada compuesta principalmente de gas helio y gas neón. También hay algunas partículas de polvo y rocas volcánicas flotando en la atmósfera lunar.