Los términos sistemas de alta y baja presión son comunes en los informes meteorológicos.
Un sistema de alta presión es una condición donde la presión en la atmósfera es más alta que el área circundante.
Por otro lado, un sistema de baja presión es una condición en la cual la presión en la atmósfera es menor que la presión en la superficie de la tierra.
La diferencia puede explicarse utilizando la dirección del movimiento del aire y las condiciones climáticas asociadas con cada uno.
Un sistema de alta presión funciona hacia abajo y trae consigo buen clima, mientras que un sistema de baja presión funciona hacia arriba y trae mal tiempo.
Debido a la rotación y fricción de la Tierra en su superficie, se forman corrientes de aire. Cuando estas corrientes se mueven en sentido horario y fuera del centro, se forma un espacio en el centro. El aire sobre el centro se ve obligado a fluir hacia abajo y hacia afuera para ocupar este espacio. Esto es lo que se llama un sistema de alta presión y está asociado con un clima favorable.
Por el contrario, se crea un sistema de baja presión cuando el aire se mueve en sentido antihorario y hacia el centro. A medida que fluye hacia el centro, la presión se acumula y obliga al aire a elevarse. En general, el aire ascendente se enfría y se condensa. Esto forma nubes que son responsables de la lluvia.