El anime a menudo trata temas serios y a menudo carece de humor por completo o contiene humor negro y sátira. Los dibujos animados (caricaturas), por otro lado, casi siempre contienen elementos de humor blanco porque fueron diseñados principalmente para entretener a los niños pequeños y hacerlos reír.
El anime toca una gran variedad de temas. El anime orientado a adultos a menudo profundiza en asuntos sexuales, sociales o políticos y a menudo contiene escenas de violencia. Las caricaturas (dibujos animados), por otro lado, nunca emplean temas serios, sino que se refieren a aventuras simples o escenas de comedia. No suele haber violencia gráfica en los dibujos animados.
El anime se dirige a todo tipo de público, desde niños pequeños hasta adultos. Las caricaturas, por otro lado, se dirigen específicamente a los niños pequeños.
Al crear anime, los artistas emplean técnicas prestadas de la industria cinematográfica. Estas incluyen paneo e inclinación, zoom, tomas anguladas y técnicas complejas de puesta en escena.
Los dibujos animados, por otro lado, se caracterizan por sus técnicas simples, un aspecto «bidimensional» y la falta de dirección artística compleja. Los dibujos animados en cambio ponen énfasis en la acción y el movimiento en la escena.
El anime se distribuye en Japón y en todo el mundo, tanto por televisión como por cine. Hay estrenos internacionales de distinguidas producciones y festivales especiales dedicados al anime. Los dibujos animados, por otro lado, se distribuyen casi exclusivamente por televisión.
Las expresiones faciales y las características físicas de los personajes del anime casi siempre son exageradas. Esta exageración se ha convertido en una marca distintiva del anime. Los dibujos animados, por otro lado, no emplean características exageradas de los personajes «humanos».