Un antiséptico es una sustancia antimicrobiana que se aplica a heridas abiertas. Utilizado para disminuir los riesgos de infección y para minimizar la posibilidad de otras complicaciones, un antiséptico tiene propiedades medicinales que son capaces de ingresar al sistema linfático y destruir las bacterias dentro del cuerpo.
Un desinfectante, por otro lado, es una sustancia antimicrobiana utilizada para matar los microorganismos que prosperan en las superficies de los muebles y otros artículos del hogar. Funciona destruyendo la pared celular o interfiriendo con el metabolismo de los microbios.
Los antisépticos se usan en humanos o animales, mientras que los desinfectantes se usan en cosas no vivas como muebles y otros artículos para el hogar.
Por lo tanto, se deduce que los antisépticos se encuentran comúnmente en centros de salud u hospitales, mientras que los desinfectantes se encuentran en el hogar. Los antisépticos comunes incluyen enjuagues bucales y cremas para el tratamiento del herpes labial y la infección por hongos. Los desinfectantes, por otro lado, incluyen productos de limpieza para casas y lugares públicos.