Un argumento es una declaración o conjunto de declaraciones que se presentan como una razón o razones para creer o hacer algo. Es una estructura lógica que busca convencer al receptor de la verdad o validez de una proposición. Un argumento consta de tres partes esenciales: una tesis o proposición principal, pruebas o evidencias que la apoyan, y una conclusión que se deduce de las pruebas.
Por otro lado, la evidencia es la información o pruebas que se utilizan para respaldar o refutar un argumento. Es la información empírica o de otro tipo que se utiliza para apoyar una afirmación o tesis. La evidencia puede ser de diferentes tipos, como testimonios de expertos, estudios científicos, datos estadísticos, entre otros.
Es importante tener en cuenta que un argumento no es válido simplemente porque tiene evidencia que lo respalde, sino que también debe ser lógicamente consistente y no tener falacias. Además, la evidencia debe ser relevante y confiable para el argumento en cuestión.
En resumen, un argumento es una estructura lógica que busca convencer al receptor de la verdad o validez de una proposición, mientras que la evidencia es la información o pruebas que se utilizan para respaldar o refutar un argumento. Ambas son esenciales para establecer un razonamiento válido y convincente, pero deben ser utilizadas de manera adecuada para ser efectivas.