Auditoría y evaluación son dos términos importantes con respecto a cualquier organización y se refieren a los medios de evaluación de productos y su desempeño. Hay muchas similitudes en estos dos procesos, pero también hay diferencias evidentes que deben tenerse en cuenta.
Si bien una auditoría es la evaluación de una persona, organización o producto para determinar su autenticidad y validez o para verificar el cumplimiento de un conjunto de procesos predefinidos, la evaluación consiste en comprender un proceso y luego realizar cambios adecuados en el proceso para obtener un resultado mejorado. Aunque ambos son tipos de evaluaciones, las auditorías se realizan para garantizar que no haya irregularidades financieras en una institución, la evaluación se puede realizar en cualquier organización, ya sea financiera o asociada con cualquier otra esfera de actividad. Sin embargo, últimamente, también se realizan auditorías para evaluar los riesgos de seguridad, el desempeño ambiental, etc.
El objetivo principal detrás de una evaluación es comprender un proceso de una mejor manera. Simplemente significa que puede mejorar un sistema o un proceso solo cuando lo comprende completamente. Se hace para aprender nuevas formas de realizar un proceso mediante el rediseño para obtener una mayor eficiencia. Los factores más importantes en la evaluación son entender si estamos haciendo las cosas bien, si las estamos haciendo de la manera correcta y si hay mejores maneras de hacerlo. La evaluación es una buena manera de ver si los resultados se están logrando, y si no, cuáles son las razones detrás del fracaso.
La auditoría, por otro lado, es una herramienta para garantizar que las operaciones y los procesos de una organización se llevan a cabo en cumplimiento de un procedimiento estándar predefinido y si existen irregularidades financieras. Si bien las auditorías de calidad evalúan la eficiencia de la administración para alcanzar los objetivos de manera efectiva, las auditorías integradas tienen en cuenta los controles internos de la empresa junto con la información financiera.
La auditoría puede ser interna o externa. La auditoría interna es llevada a cabo por expertos dentro de la organización y reportada a la alta dirección. Por otro lado, las auditorías externas se llevan a cabo por compañías independientes y los resultados se transmiten al órgano rector de la organización que se audita.
La evaluación es un proceso interno continuo y una parte del ciclo de gestión. Por otro lado, la auditoría viene después del ciclo de gestión y es independiente de ella.
Ambas apuntan a mejorar la eficiencia de una organización y deben llevarse a cabo en conjunto.