Los carbohidratos son compuestos orgánicos compuestos de carbono, hidrógeno y oxígeno y el cuerpo humano los necesita como fuente de energía. La glucosa es la forma principal de carbohidratos en el cuerpo y se puede denominar como la cadena de azúcares que mantienen nuestro cerebro funcionando y nuestro cuerpo en movimiento.
Las proteínas son compuestos orgánicos formados por cadenas entrelazadas de aminoácidos, que consisten en carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y azufre. Las proteínas son muy esenciales para el crecimiento y mantenimiento del cuerpo humano y ayudan en la formación de glóbulos rojos y otros componentes sanguíneos. Construyen tejidos y músculos junto con la realización de varias otras funciones.
Las proteínas son muy esenciales ya que forman partículas de membrana celular, ácidos nucleicos, vitaminas, enzimas y hormonas en relación con otras moléculas y proporcionan una gran cantidad de energía que ayudan al cuerpo a crecer y funcionar normalmente.
Hay muchas personas que consideran que los carbohidratos y las proteínas son la misma energía, pero no entienden cuál es la diferencia básica entre los dos y cómo ayudan a nuestros cuerpos.
La principal diferencia entre estos dos nutrientes es que, si bien los carbohidratos son la principal fuente de combustible del cuerpo que le permite funcionar, las proteínas son los componentes básicos del cuerpo. Los carbohidratos no pueden ser buenos a menos que las proteínas estén allí para desarrollar el cuerpo, sus músculos y su masa.
El cuerpo necesita los carbohidratos para que funcione, mientras que necesitamos proteínas para mantener sanos nuestros músculos y glándulas.
Por otro lado, la proteína es la materia prima que utiliza el cuerpo para producir y mantener saludables a los músculos, los huesos, la piel y el cabello. Las carnes, las legumbres, las nueces, las semillas, el pescado y las verduras son las mejores fuentes de proteínas y proporcionan lo que los tejidos y músculos del cuerpo necesitan para funcionar correctamente. La falta de proteínas en una dieta puede provocar la pérdida de masa muscular, debilidad y baja resistencia.