La conceptualización es el proceso de definir o especificar conceptos. Por lo tanto, esto implica acordar definiciones verbales precisas. Cuando los investigadores conceptualizan un tema, buscan definiciones existentes por medios generales (búsqueda en línea, diccionarios, etc.) así como por medios académicos (libros de texto, académicos respetados en el campo, artículos de revistas, etc.).

La gente piensa en diferentes conceptos de diferentes maneras. Por ejemplo, el concepto de estatus social puede significar cosas diferentes para diferentes personas. Para algunos, puede significar prestigio y poder, mientras que para otros, puede significar riqueza. Es por eso que la conceptualización es un paso necesario en un estudio de investigación o una encuesta. Se asegura de que un determinado concepto esté claramente especificado y definido para que no haya ninguna interpretación errónea. También es importante tener en cuenta que diferentes investigadores pueden conceptualizar un concepto de manera ligeramente diferente.

La operacionalización es el proceso por el cual un investigador especifica con precisión cómo se medirá un concepto. La operacionalización funciona mediante el reconocimiento de indicadores específicos que representan las ideas que se van a investigar. Por ejemplo, si se está investigando sobre salud, los indicadores para el concepto de salud pueden incluir factores como la salud física, la salud emocional y el estilo de vida. Del mismo modo, si realiza una encuesta sobre afecciones de salud mental, se tendrán que analizar afecciones como el estrés, la depresión, la ansiedad, etc.

El propósito de la operacionalización es eliminar la vaguedad y asegurar que todas las variables en el estudio son medibles y observables.