Las pantallas LCD (pantalla de cristal líquido) se clasifican dentro de las pantallas no emisivas, ya que utilizan efectos ópticos para transformar la luz en un patrón gráfico. Representa las imágenes en monitores al pasar la luz polarizada de la atmósfera o la fuente de luz interna a través de un material de cristal líquido que puede permitir que la luz la transmita o la bloquee por completo.
El CRT (tubo de rayos catódicos) emplea haz de electrones (rayos catódicos) y se utiliza en monitores de pantalla monocromáticos. El CRT está compuesto por un tubo de vidrio donde en un extremo existe una pantalla cubierta con fósforo mientras que en el otro extremo se conectan los conectores.
Una pantalla CRT consume más energía que una pantalla LCD.
El problema de parpadeo se experimenta principalmente en el CRT. De nuevo, en la pantalla LCD el parpadeo solo se produce con poca luz.
El equipo utilizado en CRT para formar imágenes es el haz de electrones. Por el contrario, el cristal líquido es el componente principal del LCD en la formación de la imagen.
CRT proporciona una buena tasa de respuesta de menos de 1 microsegundo, mientras que LCD ofrece una alta tasa de respuesta de 1 a 8 milisegundos.
La resolución y la retención de imagen de la pantalla LCD es mayor en relación con la de CRT.
Las pantallas LCD están disponibles en tamaños compactos. Por el contrario, el tamaño de la CRT es más grande y cubre un amplio espacio.
El CRT es una tecnología más antigua que tiene fallas como el parpadeo de la imagen, un alto consumo de energía y una baja resolución. Sin embargo, estos todavía están en uso en algunos lugares. Por otro lado, LCD es una tecnología más nueva y ha eliminado varias limitaciones de los CRT, pero aún así, la tasa de respuesta de el CRT es mejor que la del LCD.