Déjà vu es un término francés para decir «ya visto antes». Es un fenómeno del cerebro humano en el que una persona siente que ya ha experimentado los eventos que la rodean. Todo lo que sucede alrededor de una persona que experimenta un déjà vu le parece extrañamente familiar. Se siente como si uno estuviera participando físicamente en la repetición de su propio evento pasado, pero el evento a su alrededor en realidad tiene lugar por primera vez.
A veces, este sentimiento es causado tan fuertemente en una persona que realmente podría predecir lo que sucederá en un futuro cercano. El déjà vu siempre ocurre cuando una persona está en un estado mental consciente, por lo que en realidad puede experimentarlo de manera consciente e incluso contárselo a sus amigos o familiares.
Por otro lado, los sueños son una serie de imágenes, ideas, sensaciones y emociones que se desarrollan sucesivamente en la mente de una persona mientras duerme. Los sueños siempre tienen lugar cuando una persona se encuentra en un estado mental inconsciente. Este hecho constituye un punto de diferencia muy importante entre los sueños y el déjà vu. Sin embargo existe un fenómeno en el que una persona puede soñar durante el día, incluso cuando no está durmiendo, esta práctica se llama soñar despierto.
El sueño es otro fenómeno interesante del cerebro en el que la persona, sin saberlo, comienza a soñar con algo. Los sueños diurnos, aunque ocurren en una mente consciente, pueden valorarse como un fenómeno inconsciente. Esto es así porque cuando una persona está soñando despierta, está completamente ocupada por el propio pensamiento, queda inconsciente de todo lo que le rodea y su enfoque se centra solo en soñar. Por eso, se dice que soñar en general es una actividad inconsciente.